domingo, 21 de septiembre de 2008

Los secretos de unos tipos

¿Catman? ¿Qué Catman?


Jesús ya había completado su equipaje, cuando oyó cómo algo rascaba la tela. Acababa de cerrar la maleta, pero no sin miedo, y con los dedos en la boca y sobre su cuello, volvió a abrirla para ver qué había dentro. Se cagó y se volvió a cagar. Aquello se parecía a Pikachu, pero era REAL. Tenía pelillos y córneas, y uñas y legañas. La cerró y la volvió a abrir varias veces, pero el bicho no desaparecía. Sus padres se habían ido y no sabía que hacer, así que cerró la maleta, la puso debajo de la cama, y empezó a hacer otra. No llegó a acabarla, había evolucionado en Raichu



Marante, que así se llamaba, no había sentido jamás el temblor de la sorpresa. La sensación de que todo eso era imposible y maravilloso. Pero la estructura de su cerebro cambió cuando su baño se convirtió en un gran agujero rojo. No supo la razón, ni la preguntó. Se sentía maravillado por ese nuevo sentimiento. No tardó en vendérselo a otros.



Tampoco es que la clase estuviese a oscuras, pero Fer no podía leer nada de lo que decía el examen. Le daba la vuelta a la hoja, y las letras estaban al revés. Miraba por el otro lado y las frases habían cambiado. No había una sola coma en todo el examen, que cada vez era más grande. Y encima, el reloj de la pared tenía menos números de los que Fer hubiese deseado. Todo se ponía negro. Ante sus ojos, las letras se convertían en dibujitos, que se parecían bastante a escenas que había vivido en el Sketch, sumergido en coca. Estaba viendo que la iba a cagar y salió corriendo, pero tardó horas. Sus pies resbalaban y se movía lentamente. La gente se reía, y eso le hacía sospechar que había aún más motivos. Cuando alcanzó la puerta se desmayó, o dejó de desmayarse.
Al rato empezó a sospechar lo que le había pasado. Sin embargo falló, ya habían pasado varios años y aquello se parecía menos a un sueño.



Tras mucho practicar, extrayendo conclusiones de todo hecho cotidiano, Adrián llegó a poder averiguar el futuro. Sus predicciones no se basaban en caprichos momentáneos, sino en fórmulas espesas e incuestionables. La exactitud de sus palabras llegó a convencer a políticos y rectores. Todos querían saber qué sería lo siguiente que diría, pero no tardó en perder su honestidad y comenzar a tergiversar sus cálculos. En cuestión de semanas, parecía que todo el Universo quería favorecerle, y la muchedumbre, idiota, obedecía para que no faltase de nada. Y lo más divertido es que nadie se dio cuenta jamás. Aún seguimos el camino que él un día nos marcó, y lo ignoramos.



Burguer se dió cuenta demasiado tarde, su tatuaje había cobrado vida. Ya no le parecía que cambiaba de color, sino también de humor y de camisa. Le hablaba, pero sólo cuando le interesaba. No era un buen compañero. Una vez le pidió dinero, y como Burguer se negó, le mordió la costilla. Era un mal tatuaje, una decisión apresurada.



Si tuvieras 3, se te sumaría el doble. Pero si te toca el 8, te restamos 5 y te anillamos los párpados. Mucha suerte, y no te la juegues.



Guti te tiene fichado. No importa la complejo del plan que has ideado para pegarle, él sabe que tú estás detrás de todo eso. No parará hasta llegarte por la espalda, sacar un sable de colorines, y encajártelo en el cuello. Esperemos que tu sacrificio sirva para su jubilación, pero recuérdalo siempre: NO TOQUES A GUTI



Yeray, Yeray, ¿Cua-al es tu problema?
Yo, problema, so-lu-ción
Yeray, Yeray, ¿Qué es eso que brilla?
Yo, observo, tócame la polla



Era una mañana fría cuando Marta decidió que no soportaba más su pelo. Fue corriendo hacia el baño y se rapó la cabeza. Le tomó su tiempo, pero cuando acabó se arrepintió totalmente. No es que sea ese tipo de mujer que hacer chorradas, pero supo que se arrepentiría durante meses. Meses después, se la sudaba ya.

3 comentarios:

Mr. Adam dijo...

ok xD

poch dijo...

me gusta tu blog, sip

Laura Mohn dijo...

Nunca me llegué a leer todos los mensajes y sigo profundamente decepcionada porque nunca me escribiste uno.
Espero que por mi cumple o como regalo-de-La-Palma me traigas un cuento. Puedes traerme uno escrito por ti y otro por Nestor, a ver si has conseguido educarlo tan bien como esperas.

Fdo. Laura la Xilofonista.